El día de ayer en el curso recibí una llamada perdida
Me fui a la casa de mis papas luego al cyber y me entro una llamada de mi tía Banana, me invita a comer a su casa comida francesa, es la que te digo que esta muy mal, hoy la vi de mejor talante.
Hoy con mucho valor me levante otra vez temprano, llevo tres días que no me baño (ponte a pensar lo tarde que estoy llegando, lo temprano que me estoy yendo y a ver a que hora te bañarías tú, además, me vale madere).
Empezamos a platicar de todo, a tragar gente y en eso llegamos a temas escabrosos, tocamos de fondo mi homosexualidad con apertura, con la limitación de que no metiera a Dios en esto, según mi tía, yo digo que no, Dios no puede estar fuera de mi vida (premisa A), Dios no puede estar fuera de la vida de mi vato (Premisa B) por lo que A+B=AB, Dios esta con nosotros, pero bueno, no lo acepto mi tía y ni modo.
Mi primo me dijo que con lagrimas en los ojos mi mamá le confeso que un vecino le pregunto que quien era ese muchacho que diario ando conmigo, que todas las madres tienen una cruz que cargar.
Por su parte mi tía me dijo que le dijo mi mamá que mi papá se agarra por horas enrollando una servilletita tratando de explicarse porque su hijo vive con otro hombre, que le da mucha tristeza
Todo se derrumbó, dentro de mi, dentro de mi, hasta mi aliento ya, tiempo de ayer, tiempo de ayer
Empecé a tartamudear, se me fue la respiración, los movimientos que no controlo, me refugie debajo del fregadero de la cocina
Mi tía me abrazó, me dijo que le abrasé muy fuerte el dedo, que la estaba lastimando, ya no la oía.
Es que una cosa es que me hablen de mi mamá porque ya se que diario anda en una galaxia extraña, de la que si quieres participas de ella y si no, pues no, pero que yo le cause un pequeño daño a mi papacito, que me he hecho sentir una maldita porquería
Espero que de esto no se entere mi vato, mañana es mi último día de curso de dibujo, estoy muy cansado
Quiero escribir algo bonito, algo que me sucedió ayer bonito, algo que me suceda mañana bonito, no se, estoy hasta la madre de escribir mis llantos en palabras, me la he pasado en una Magdalena (d.C.) Sánchez (Cuahutémoc), la-ne-tua-ata-lamae-caón
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