lunes, 20 de agosto de 2007

Se necesitan guevos y se me estan acabando, ¿quien me los presta y se los devuelvo "casi", igual?

Llegue a casa anoche y me derrumbe, lloré sobre el pecho (ahora pectorales) de mi asesino, me abrazó y sentí su tibieza bien padrote, pero traía un sentimiento de la chingada.
Cené una pizza de atún sin queso y me sentó bien, solo la mitad y la otra mitad la guarde para el desayuno y me sentó bien, ya no he evacuado pero siguen las molestias, ardores.
En la mañana me dejo 200 varos mi vato, "si esa es una de tus preocupaciones, aquí tienes una menos", me cayeron de perlas, $120.00 del doctor y $160.00 de medicinas, claro, del Santuario, es donde se compran muestras.
Esos vatos que vivimos en Guadalajara, les aviso que este doctor es de lo más chingón del planeta, me cai de a madres, me ha sacado de cada pinche apuro que le debo un resto.
El mal pedo de todo esto es que mañana no ire al box, aún me duele correr, me duele el interior del estogamo y n puedo comer de todo, tendré que esperar.

20:14hrs
Emperradisimo mi vato me llama:
—Este hijo de la chingada nomas se hizo pendejo con el dinero, ya no prende el puto carro, no puedo dejarlo aquí, esta lleno de malvivientes
— Eh, este, pues es que hoy no tuve ninguna bronca con el carro, excepto que no encontré al mecánico y no me devolvió la lana
— Chingada madre
Ahorita mi vato esta sulfúrico, dice que ya le hablo a un primo suyo para que lo puchen a otro lado, luego me llamó y que encontró a un autoeléctrico pero que esta entre puro vato gachafacha, si le digo que qué sabroso, pues me parte la madre y no traigo ganas.
De verdad quisiera ayudarlo y estar con él (no por los batos, que conste bajo acta notarial) pero no puedo hacer más, ya estoy en el ritmo del trabajo y no te puedes salir


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