Ya ves que te dije que hace dos días pase una noche de la rete-super-ultra-mega-re-chingada (te he dicho treinta y dos mil nueve veces que no seas etsagerado), ah bueno, pues erase una vez un príncipe (lease monstruo, porque me hizo enputar en el super) que le decía a su consorte (esa soy yo)
— vaKero, ya te tomaste la medicina
— no
— y que cabrones esperas?
— que me dejes de abrazar para alcanzar mi vaso y que se me diluyan las ganas de manejar la posibilidad de que ahorita parchemos bien sabroso
Me apagó la tele y se negó a darme el control, no hasta que me tiré un pedo y lo esparcí con las sabanas, y como dice Lucerdito:
las armas que te hagan fijarte en mi
miradas que no puedas resistir
besos que te obliguen a transigir
tacticas de guerra
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