Ocurrió todo el asunto de un velorio, el reconocimiento del cuerpo y todo, no detallaré, fue tan cansado que no quiero revivirlo, menos porque se lo que le duele a mi vatito.
Nomas te digo algo
A media noche llegaron unos lonches de pierna "del compadre", en el trabajo es sabido que en esos lonches del compadre en el negocio, bailan danzón las ratas arriba del birote, y dice mi vato...
— Ah gordo, correle ve...
— Que paso?
— Nada, iba a decir una pendejada
— Que paso mijo
— Que fueras por la mitad de uno para que se fuera remojando y que se lo llevaras a mi mamá porque le gustaban mucho esos lonches.
— (gulp)
Me mando un mensaje, que ya me fuera a recogerlo, porque íbamos a llevar a un familiar de Estados Unidos a casa de sus padres en Guadalajara.
Nos ofrecieron algo de beber, mi vato agarro la cerveza y a mi y a la familiar nos dieron un agua de papaya con limón, de repente la familiar con tono chicano dice:
— Oiga pa, esto ya sabe a tepache
Chingue su madre, yo nomas puse cara de "me va a hacer daño" de por sí apenas iba saliendo. Deje el vaso medio lleno, ya le había tomado un tragito que tenía mucha sed, nos estábamos despidiendo cuando ya todos estábamos despedidos, callados, en silencio, claro, se me salio un pedo, ni modo.
Nos fuimos por la carretera a Chapala, mi hermana la bailarina llamo a mi celular y le dio el pésame, todas mis hermanas se lo dieron, una de ellas, con la que menos me llevo y mi vato salio de broncas con ella en su boda fue al sepelio. Pues en esas estábamos camino a casa y se callo un buen ratote, de repente a la de sin pedo me dice
— Gordo... ahora si estoy totalmente huérfano
Llegamos cansadisimos a la casa, se durmió a las seis de la tarde y no volvió a saber de sí hasta las 9 de la mañana, yo dormí un rato pero luego me llamo el Tato, muy preocupado y dio el pésame, luego regrese a la cama y ya no pude dormir, y luego estaba teniendo pesadillas, soñaba con la mamá y una muerte trágica, que no podía comer, que se accidentaban unos niños en un autobús, no cabrón, así con que ganas te vuelves a dormir. Dormí desde las seis junto con mi vato y el Tato me habló 0930pm, luego regué el pasto, hice mi cena, y me regresé a la cama como a las 1230am, con la luz de la pantalla del celular vi a mi vato como al hombre de Vitruvio pero en vez de parado, acostado, es mejor que le piques al vinculo para que te lo imagines así en la cama, ni modo, agarré mi pedacito.
Desconsolado, llanto penetrante, desahogo, NO, nada de eso, no ha llorado, todos consternados a las afueras del templo recibiendo los pésame y él sin llanto valientemente cercas de la carroza pero sin un llanto. Luego va mi vato con su hermana:
— Oye hermana, la carroza se va a ir y se va a detener en la casa eh
— No, pero para que? (y que se le viene el llanto de suma tristeza)
— Gorda, cálmate
Acepto, sí, la carroza se detuvo ligeramente frente a la casa
Mi vato no ha podido llorar ni un momento, llegando a la casa me confesó que hacia de cuenta que no pasaba nada, que mañana encontrará a su mamá en el sofá viendo la novela, y aún sabiendo que eso no pasará, dándose él mismo cuenta de su error, no se permitió una lágrima.
Cómo decirle... cabrón, ven aquí, llora hasta que se te boten los ojos, a nadie le diré que lloraste, ni yo mismo lo recordaré al día siguiente, pero ya llora mijo, déjame inservible la camisa... no, y no es machismo, que el suponga que llorar es de viejas, no, no es así de estúpido, es que no se permite esas cosas, y él mismo me confesó que eso no le hace nada bien.
Gordo, te amo un chingo y no te obligaré a nada, si no lo quieres hacer no lo hagas, solo te pido que no se te vaya el hambre y después de eso has lo que quieras, te perdonó todo, te aguanto todo, no diré nada, no cuestionaré nada.