No mi vato, el cabrón que les comentaré ahora:
Hace un tiempo antes de que viviéramos juntos, le hicimos una campaña de publicidad a un político que ya sabíamos que iba a perder, pero le vio esperanza mi vato a agarrar hueso o trabajo o lo que sea, el wey que coordinaba la campaña le debe como mil doscientos favores a mi vato porque trabajaron juntos hace tiempo, se terminó la campaña y ni las gracias nos dieron, el político este nomas dijo que "Dios nos lo iba a pagar con muchos hijos", vaya y chingue a su madre. Estas son las pláticas:
— Oye enano, como va la onda de que me vas a colocar
— Espérame, traigo llamada, vuélveme a marcar y ya te resuelvo
Mientras espera, a no se quien le reza porque ya le digan "yes". Vuelve a marcar
— Que paso enano, ¿que te dijeron?
— Que me resuelven pasado mañana, llámame en la tarde ya ya te digo
— Quiera Dios y ya se nos resuelve que estoy muy ahogado
Es esta la misma y sin ninguna modificación, las llamadas que ha hecho mi vato con la esperanza que un día le digan que "yes", esto desde noviembre del año pasado. Hoy ocurrió exactamente lo mismo, el puto enano me tiene hasta la puta enanana madre, yo nunca le he dicho nada, que lo siga haciendo, no hay pedo, pero como que no entiende que el tal enano no tiene ninguna bronca económica, él si trabaja chido y si no, pues nomas le mama al erario y ya, o si no es así, no se quien lo mantenga o le den pa sus chicles, pero no es cosa que le preocupe,
— ¿cuál es el pedo?
— que es larga distancia
— eso no me preocupa
— entonces que chingados??
— que nomas me lo traiga como su baboso esperanzado a algo sin puto fruto ¿aclarado?
— si, pero no te pongas así
— vete a la chingada
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