jueves, 7 de junio de 2007

Me pasan tantas cosas que no se como titular

Ayer por la noche me entero que el paso elevado de 8 de julio y Periférico se inauguró, bueno, pues me fui por la espantosa Av. 8 de Julio y muy extrañado mi vato porque nunca agarramos esa opción, siempre me voy por Chapala que esta lleno de trailers y eso me etsita, pues muy felices lo agarramos, pero... existe una extensión rara de 8 de julio que no esta conectada pero que si puedes pasar por ahí, me ordenó que por ahí no me fuera, me pego un grito
— NO TE VAYAS POR AHÍ !POR FAVOR!
— No pues con ese puto grito ni ganas me dan, por donde tu me digas !DEAR!
— No empieces que tengo un chingo de broncas
Le cambie la plática, hasta que llegamos, cenamos y nos fuimos a la cama me dice
— Estas enojado?
No pendejo, te voy a aplaudir, fue lo que pensé pero entonces sí se me arma la de Troya
— Mira Juan, sí estoy enojado, un grito inicialmente me intimida, ha sido con lo que he lidiado toda mi vida, con los gritos de mi madre, pero insisto, ahora inicialmente me intimida y luego me rebasa la rabia, efectivamente estoy que me lleva la verga, y ya duermete que mañana es tu primer día.
Besito y nos dormimos. A la mañana siguiente me dejo el desayuno como antes lo hacía y con recadito que incluía una receta que ya habíamos hecho pero se paso de azucar

Freir dos medallones de pollo con sal y pimienta. Separar
En la grasa que quede, acitronar cebolla y champiñones con un poco de sal y vinagre de vino tinto, taparlos y antes de que se consuma el liquido rocía un poco de azúcar para quitar acidez del vinagre. Separar y dejar un poco del jugo restante. Esta mezcla acitronada, montarla en los medallones de pollo y así montados ponerlos de nuevo en la cazuela y añadir una rebanada de queso amarillo a cada medallón y tapar la cazuela, poner a fuego bajo y que se funda el queso.

Oh maravilla, queda riquisimo y muy llenones, pero esta comida no la puede consumir mi tía que esta en el hospital, con el puro desayuno subió el azúcar a 305, ai nomas. Al llamarle me dijo que había pedido un sedante que llevaba dos noches sin dormir, que ya le estaba haciendo efecto, pero sentía el sueño forzado...
— Ay tía, ¿de que se preocupa? yo desde febrero estoy tomando sedantes para el sueño y ya ni empacho me da

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