domingo, 13 de enero de 2008

Ah shiale

Te digo que si no es una es otra, se me jodió otra vez el estogamo:
El viernes juraba y perjuraba que me la iba a pasar de padrote, le dije a mi vato que me iba a ir al parque Revolución, que luego me regresaba a comer arroz chino (comida de guevones) y me montaría en la cama a empezar a ver "La guerra de las galaxias".
El viernes como a las 09 de la mañana me habla mi vato, que la adicional no pasó y que le retuvieron la credencial del IFE y la licencia de conducir del gavacho, eso me vino a desmadrar el día, la recogí, fui con el doctor porque no se que chingados mamé que traigo una infección en la garganta que ya me intervino mi pobre estogamo (like always).
La serie esta completa, ya termine los cuadros y ahora me voy a dedicar a la ilustración, necesito mejorar mucho esa deficiencia.
El asunto de la ilustración, de poder dibujar llega a tal grado que se ha convertido en fantasía de índole sexual, sí, es una fantasía sexual dibujar lo que yo deseo.
Si no es por una cosa es por otra, ahora no "hubo", que ahora porque estoy malo de la garganta, luego que porque tenía herpes, luego que porque me huele el hocico, seeepa.
El sábado le hable a un amigo, al Coyote (cojo de la pata izquierda)...
A este vato lo tengo de conocer como unos cuatro años, vive en Ciudad de México y en mis pasadas vacaciones me fui con él, fueron tres días maravillosos, fui pleno, lleno de mi, nadie me dijo ni chon ni arre, que te ves mal que hueles mal, que cámbiate, ¿¿así vas a salir?? nada, fui totalmente libre con él, a tal grado que de toda la medicina que me empaco no necesite nada, es más, ni la del sueño, comí de todo, hasta unas yerbas bien sabrosas y raras que se llaman papalotes o papasabeque.
Recuerdo que ya bajaba la tarde y preparaba mis chivas para irme, una vez que ya todo estaba preparado, debajo de la cobija le dejé mi fajo de estoperoles y no se dio cuenta sino hasta dos días después, al fin que esa era mi intención, ah bueno, te decía, ya ibamos a salir de casa y me le abrace con todas mis juerzas y le agradecí lo bien que me había hecho sentir, lloré con él y nos salimos abrazados y abrazados nos fuimos por el metro, ya cuando llegamos a la estación... ijole se me hizo un ñudo en la garganta... cuando nos despedimos en la estación nos fundimos, de verdad nos fundimos en un abrazo y nos besamos, no se si es porque estaba él acostumbrado a esas libertades propias de Ciudad de México o fue que a mi ya nada me importó.
Le envié mil mensajes pensando que era amigo de "aquí a la vuelta" (amigos mis guevos y no se hablan, con ese beso que me dió ya esta cabrón así definirlo), pero sus respuestas se hacían más esporádicas.
Luego, el 1 de enero por la tarde me llamó para desearme un Feliz Año y que su puta madre, me llamo de un raro teléfono que perdí al cambiar mi chip del U6 al Haier plumita. Me decía que entre tanta fiesta había perdido su teléfono pero que pronto lo iba a recuperar porque además, por más celular que sea, era del negocio, y recuerdo que tenía mucha publicidad con ese número.
A la postre me dí cuenta que era una despedida, ¿cuan después? este sábado, hasta este sábado, le llame y él dejo que timbrara lo suficiente para que entrara el buzón, le deje un recado de poco compromiso y me dí cuenta que había hartado a un amigo y un amigo más que se me iba.
No se como es que llegué a escribir esto, iba por otro rumbo, pero en fin, de todos modos quería contar mis dos penas, mi estomago y mi amigo, mi Coyote.
Es más.com recuerdo que mucho antes de conocernos en persona nos mensajeabamos un putero, cuando no eran gratis los mensajes, él mismo me dijo que aunque yo no me había dado cuenta fui parte muy importante de partes de su vida por todo el apoyo que nos mandabamos mensajeandonos.

Esto lo comparto
porque se lo platique a mi vato
yo sentí que esto me partió
pero a mi vato no le importó

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