Chido, voy chido

Hoy lunes me tocó cita con mi gastro, desde el domingo fui a pesarme, no, desde el sábado y otra vez el domingo, sí, soy obsesivo.
Algo raro, entrando a la consulta me recibió el doctor, su consultorio no es limitante, es una sala de estar en donde no hay escritorio que limite el contacto con el doctor, una fuentecita, muebles rústicos, yo sentado en un sillón igual al que esta sentado mi doctor, no computadora, si necesita algo lo consulta en su palm, es decir, un ambiente agradable, y es que con un gastro no puede ser diferente, los problemas del estomago son causados por tu carácter agresivo y recio, y una salita de esas, pos es como decirte "tate sosiego cabrón".
Tengo un mejor trabajo intestinal, ya no lloro tanto, porque te juro que me la pasaba en un pinche llanto o mis jetotas largas. Así como me paso el 15 de septiembre.
Debo de seguir con el antidepresivo y el ansiolítico, que son los que me han mantenido.
Al revisarme noto que mi placa costillar empieza a tener una insipiente carnita pero ya se va borrando, ya es más discreta, lo que significa que estoy creciendo la masa muscular. Inicié con 6.4 de grasa y ahora estoy en 10.7, se supone que aún teniendo 14 puntos, es una cifra crítica que te hace pensar en un desorden psicológico alimenticio, ahora que lo voy subiendo, pues lo voy superando. Salí muy alegre, agradeciendo a Dios por un rayito de sol que me aventó, así lo siento al ver ya la luz, estar en la luz de un túnel que ya pasé.
Estaba en su consultorio y vi una revista de Mens Healt, digo, no son los morros que exactamente nos atraen, pero se ven sabrosos, confieso, me la llevé, me limpio mis culpas al saber que es mi mamá quien le provee de dos tres revistas, las "Quien", que le llegan por la suscripción al perioskido.
Luego, por la tarde, aún estaba en casa de mi mamá y me hablo mi vato, que andaba por la casa, que me llevaba a mi trabajo. pos a toda madre.
Chido, voy chido, ¿no te parece?


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