miércoles, 12 de marzo de 2008

A ver si salgo bien librado

Mira, te voy a contar cómo sucedieron las cosas, espero no ser subjetivo, o sea, ponerle de mi cosecha.
Fui a casa de mis papas y luego de comer fui a buscar mi cepillo de dientes al baño, en eso, mi hermana la bailarina oye que le esta gritando bien culero a mi sobrino, su hijo, porque la puta bolita de la O no le sale redondita, entonces interviene o trata de hacerlo y le dice... nomas le dice
— Oye biologa, no
— TU NO TE METAS
Entonces con tamaño grito el niño se me asusta pero bien culero, y sale corriendo buscando ayuda encerrandose en su cuarto, luego luego me voy y lo apaño y lo abrazo bien machin para que esta perra de mi hermana no se lo fuera a chingar, estaba de verdad atemorizado, no se que paso, la verdad ya no oí pero algo me gritaron.
En putiza me sali de la casa, si agarré mi mochila es porque la agarré de un pasón y me largue de la casa.
Me vi cuando era niño, no se que vaya a pasar esta noche, hace rato estaba platicando con un amigo y le digo que me hizo recordar cuando yo nomas estaba jugando, por ai del mediodía y nos juntaron a todos por orden de aparición y a todos nos pegaron, yo no supe porque me toco el chingadazo.
Ya pasados los cuatro años, si le alzas la mano a lo pendejo a un niño, lo dejas marcado de por vida.
No se si hice bien o mal, o nunca me debí de haber metido en la "educación" de mi sobrino, pero es que a chingadazos, con gritos desesperados no llegas a maldita la cosa.
Aún siento la garganta cerrada, de la impotencia, de recordar que muchas veces como a mi sobrinito, nunca supe de donde o porque venian los golpes o las humillaciones. Me ví, me refleje en ese maldito espejo del pasado.

No hay comentarios.: