martes, 15 de julio de 2008

En calor y en caliente

Por las mañanas tomo una pastilla de Sertralina, función: que no me bailen y me dancen las emociones, tener control de ellas y no ellas (las emociones) de mi PUNTO
Desde que empecé con las broncas de la neumonia decidí by ley de mis güevos ya no tomarla PUNTO
Por donde yo vivo, antes de llegar se encuentran unas canchas de futbol y en estas fechas se hace el famosisimo torneo chivas. Regularmente en 15 minutos sales de la casa al periférico y hoy con estas cosas, que los campos de futbol estan up to the mother, pues de bajita la mano haces 45 minutos PUNTO
Ibamos saliendo de casa y no me había dado cuenta de tan chingonas fiestas, autobuses de todo el país, neto. Todos los chavos llendo y viniendo buscando los campos que les corresponda y le dije a mi vato
— que a toda madre que todos estos morros recién salidos de la escuela se la esten pasando a toda madre
— ah
De repente, ya donde estaba la mera mata de cabrones, donde más congestionado se puso, entro en faltante, no en acción la puta sertralina
Vi monton de madres emocionadas, de seguro porque uno de sus putos hijos ya metió un gol. Otros sacando un chingo de lana para comprarles uniformes piratas pero que en el sol brillarían sintiendose Rafa Márquez de los pobres. Otras madres en putiza porque les faltó a sus plebes agua, o una camisa de repuesto. Otros que llegaban en camionetas a veces con todo y el abuelo
para ver al orgulloso próximo Cuauhtémoc Blanco haciendo infracciones de tránsito sin importarles, lo que era realmente importante era que sus hijos llegaran a la cita con el destino y el empastado verde y humedo, y las madres entre sí que no se conocían de todos modos se saludaban felices de estar en tal fiesta y dije
— Putas viejas hipocritas, estan maleducando a sus hijos, pinches morros miados que no meten gol, y estan necesitados de ponerse una toga pa que no se les escapen los balones de sus propias jediondas patas
— eh
— nada
Seguí manejando, tan lento o tan rápido como se iba pudiendo hasta que estallé y de una se me vino otra lágrima, de esas calientes, que te obliga a hacer pucheros pa que nadie se die cuenta, el nadie era Juan que lo peor que le puedes decir a un puto loco, lo dijo
— tranquilo, tranquilizate, no pasa nada
Eso, hasta a un sano y bueno lo puede enloquecer
No tengo mayor cosa que decir, por mis muy personales y privados motivos lloré, y eso a nadie le importa y ni tiene porque importarles, cabrones, solo les aviso que me llene de odio y coraje y puta rabieta y el porqué. Que les baste, comper PUNTO FINAL

Nomás porque sí, o que ¿no puedo?

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