sábado, 2 de agosto de 2008

Con novedades mi capitán

Quieres coger?
Fut, la neta que qué güeva, vamos a comer
Pobre wey, nomas prendo el boiler y no me meto a bañar, comimos chido, comida casera, nada de que lasagna, espagueti de dos metros de largo, no no, comida casera, de casa, un puto picadillo con tortillas y con coca
— Quieres coger?
—Nel que güeva, ahora viene lo más chido, mi vino de los viernes
No se, creo que hasta hice mal, porque debí de haberle hecho saber que lo más chido es su presencia y el regalo que el me da los viernes que es su compañía y su tiempo, pero neta que no quería.
La onda es de que esperábamos la visita de un cabrón y todo eso nos provoco un malestar muy gacho, ayer jueves se me bajo la presión bien culero, hasta vomite, todo me daba vueltas. Esto se lo comenté al Gero por el messenger; lo mandé a la verga porque la neta me sentía bien mal
Estuvo jode y jode y yo me sentí así como que bien presionado por hacer el amor y yo pensaba en la tremenda inmadurez mía… digo, si yo había dicho que lo iba a invitar
Pa acabar el cuento… cogimos no se yo, facilita la cosa doooooooooooos horas, algo inimaginable te lo juro, me hecho cera de una vela en la espalda y me quedaron las marcas de esto, me patió el culo, puta madre, hubo de todo y “se vale to-o to-o en este sanwis de sachicha”.
Luego pos si llegó una visita; eso por ahora resulta ser algo bien cabronamente privado.
No es pa’ tanto, nomás es que juimos a una fiesta, la boda de mi amiga Bety. Semos compañeros de la faculta’ y a nadie invitó, solo a mi
Algo muy raro me pasa en ese templo del Padre Galván yo ahí ni pertenezco ni me queda cercas ni nada. Mira, hace muchísimos años, no menos de 15 años atrás no se dónde andaría o de dónde venía que me baje del camión a confesarme en ese templo, no se si fue confesión o sesión policlínica de psiquiatría, psicología y fenómenos paranormales, me agarre un padre, me confesó por una hora, lloré, me consoló y me fui.
Luego, cuando era yo buga, fui con mi novia a un casorio de un amigo que se tragó la torta antes del recreo. Ai’ nomás chíngate esta, en sábado, a las seis de la tarde, amigos y desconocidos, viejitas que nomás van al templo a jugar cabecitas con el Santísimo, y la novia dando los votos matrimoniales en un llanto con quejido y amargura… las damas de compañía chille y chille y todos nomás nos volteábamos a ver.
Luego, en esta vez, pues nada, que mi querida amiga, la güera Bety, llegó tantito tarde, finalizando el sermón iniciando los votos maritales, ah, y nadie sabía quien traía los anillos; un desbarajuste que no hizo menos su felicidad porque la ne es que están muy al margen, ella y su novio de eso, ah por cierto, este es el novio...

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