sábado, 5 de abril de 2008

Pa su madre, baje a los infiernos y ni color me di

pUes nada, que el viernes fue mi descanso y me fui pa donde apuntara el convers.
El lugar esta rodeado de todo y de nada..
DE TODO porque pasan un chingo de camiones por ahí, venden tortas, otros venden tacos, pero no puestos chiquitos sino locales grandes. A una, dos cuadras de la calzada independencia, es en el mero y pleno centro de la ciudad
DE NADA porque no tiene letreros, aunque esta en pleno centro de la ciudad y rodeado de lo que te dije, es en un recodito de todo ese bullicio.
Nadie que te revise, que te cobre cover, que te diga que pa entrar tienes que comprar una chela, nada.
Llegue a la una de la tarde, el sol brillaba a madres, yo traía un vini y una camiseta, combinación perfecta para el calor, el pantalón a media nalga y la otra media nalga cubiera por los boxers, lo mejor es tener cubierta la cabeza, además traía unos lentes pos como de cholo, bien negros, y es que neta que calaba a madres el sol.
En ese lugar antes había un bar gay pero me dice mi vato que bien peligroso, siempre me dice esas cosas para provocarme un miedo (que nunca me llega a dar) y evitar ir a esos lugares, creo que aprovechando mi condición mental, pero de todos modos se la pela.
Me dije a mi mismo
— Mi mismo, ¿en que chingados habrá quedado el Amelias?
Opte por una opción media, el hacerme medio pendejo (como buga) y no tanto pa que no te bolsien a las primeras de cambio.
Llegue a donde estaba el lugar cambió de color la fachada, pero bien raro, es entrar por un pasillo chiquito donde estaba un gordo leyendo periodismo amarillista y morboso.
— ¿Que pedo? ¿Cover?
— No (pero así de monosilábico)
— ¿Y aquí que pedo?
— Ps es un bar, echate una chela
La pregunta te parecerá rara, pero es que había una puerta cerrada y jodida, cayéndose y era por donde tú entrabas, era dificl pensar que luego de pasar por ese vestíbulo chiquito iba a aparecer algo mayor.
Ja, ¿mayor? me quedé corto
Atrás quedó todo ese ruido desenfrenado de camiones frenando, de esos que te cosquillean las patas si vas parado, atrás el calor, el brillante y encandilante sol, el bullicio de las señoras que vienen del mercado con sus bolsas de hilo plástico, las marchantas vendiendo papas con un mocoso a sus espaldas que siempre he dudado de si... son suyos o si son de verdad, y es que a veces los tapan tanto que ni se sabe.
Entré, oscuro a medias, alta penumbra, solo la barra a boca de jarro, pedí un bote de agua y me puse a pulular por ahí, caminar sin rumbo. El lugar sombrío, y es que si lo repito es porque reinaba el ambiente.
Puta madre, vienen de una calle central toda trajineada y luego de un chingadazo esas sombras, pos ta raro.
No es mi ideal de gente, pero si de ambiente, mucha vestida pero trastocada de la mente, varios trans ¿vestis/sexuales? imitando a toda fuerza ser no solo mujeres sino ser mujeres fodongas muy arregladas pero estando en casa, taloniando los zapatos (y yo creo que a sí mism@s), y caminando con las manos como perrito french pool tras la galleta-premio-dogchaw. Me chute con toda claridad y sin tratar siquiera de ocultarlo un pericazo salido de una vieja caja que Marlboro saco de colección que resulto ser bonita, plateada y más dura.
Dado el caso, la gente que estaba ahí... vestidas actuando, !aperfecto! (como dice el Molkko), me puse a actuar.
Una trasvesti se me acerco y me pidió un cigarro, sin mirarla a la cara le saque un Farito y puse a la izquierda, con un dejo de aventón, los cerillos, digo, si a actuar vamos, cada quien en su papel de aquella comedia.
Si quisieras pagar por esto que lees, pagame diciendo de que actué.
Salí y de nuevo el sol, la vida de ir y venir, las marchantas vendiendo papas en sus canastos, gente esperando el camión, miles pasan pero nunca el que la gente espera que es el que más tarda (obvio) y el que más se retaca (obvio), nadie sabe de ese nido de hombres obvios, todo igual, aquí no pasa nada.
Chingo a mil, pero fue una experiencia rarisima. Me cai de madre

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