sábado, 24 de mayo de 2008

La Palomilla (III)

Salí del cuarto y el pinche departamento "patas pa´rriba", solté un grito de rabia
— Pinche Gio, que te lleve mucho la verga desgraciado
Todos en joda se despertaron, salieron y vieron todo el desastre que hizo este imbécil, les informé que "nuestro" amiguito del alma además me dejó limpio sin cartera y sin jeep. Me dice el Richard
— No mames vaKero, no puede ser él
— No buey, entonces ¿quien más? si ya esta bien maleado, no es el compa de antes
—Y tu ¿porque no hablas Cachanilla? le dijo el Richard
— Es que esta muy cabrón, por más pasados que hubieramos estado, no oimos nada
Yo ya encabronado les dije
— Esto limpio no puede quedar, tenemos que ir a poner una demanda, vamonos en tu carro Cachanilla
— No, esperate, tenemos que ver que tanto desapareció
— ¿Desaparecio, baboso? que no ves que nos robaron
No se que traería en mente pero me vio mal, era el único que estaba actuando raro, frío y calculador, calculando cualquier movimiento.
De repente timbró el teléfono, en el identificador de llamadas decía algo así como 664 sabe qué, no era de aquí, era larga distancia pero se corto la llamada.
Empecé a buscar, arreglar, mover pa saber con que iba a demandar el robo.
El Cachanilla se metió a la cocina y escuche que empezó a hacer el desayuno y el BuuRo le estaba ayudando.
Volvió a timbrar el teléfono una vez y volvío a marcar 664 sabe qué, otro número distinto pero no alcanzaba a contestar.
Marque a esos números y eran teléfonos públicos.
El BuuRo y el Cachanilla, y peor aún, el Skechers se metieron a la cocina a tragar y a mi... que me coman los diablos, ´ora ya ni compas, chale. Trate de calmarme, digo, crudos amanecieron y no todos responden como yo quisiera.
Oigo que timbra el celular del Cachanilla pero como que no alcanzó a contestar, yo oí que primero dejó caer el plato y así en calzones se fue en chinga hacia abajo, pero salió hecho la chingada, con la cara desencajada, el BuuRo sacó su respirador y el Richard con el Skechers salieron con las quesadillas en la mano
— ¿Que pasó? pregunté
Por la ventana vimos que el Cachanilla agarraba un papel del cristal quebrado de su carro de narco y una gorra de entre los pedazos
— No sé , timbró el celular y algo le dijeron al Cacha y ya viste que tiro el plato, y luego
No hubo "luego". Entro el Cachanilla y se me dejó venir contra mí. Recuerdo que me tiro hacia atrás y me destantió una silla que estaba tirada y me empezó a patiar y me gritaba mil pendejadas
— Aprende pinche vaKero de una vez, el Gio es leña, en la que te mestiste hijo de la chingada, si algo le pasa te va a tragar los arrepentimientos de todo lo que dijiste
Y dando y dando pajarito volando, me atizaba y luego se hinco y me puso como tres cachetadas hasta que no se a quien se le ocurrió agarrarlo, yo creo que entre dos porque el pendejo esta más gandalla, yo creo que me agarro de su pendejo, como sabe que ni las manos iba a meter por eso me tundió.
Ya me lo habían quitado y el BuuRo tenía un papel hecho bolas en la mano y ví como se puso igualito que el color del papel, moreno que esta se puso todo amarillo, luego el Richard vio el papel y nomas se paso las manos por entre sus rizos, y algo bien raro... pateo la cachucha de Nestor pero ¿que chingados hacia esa cachucha y porque con esa actitud?
Ya pa esto el Cachanilla estaba agarrandose la cabeza todo desesperado sin el más mínimo arrepentimiento de haberme dado en toda mi pinche madre el pendejo, le empecé a agarrar coraje pero todo esto ya estaba muy confundido.
Con la voz entrecortada el Cachanilla dijo a no se quien de todos:
— Enseñenle el papel pa que ora si se cague pa dentro
Todos con la cara desencajada, ya todos nerviosos, yo que quería partirle la madre al Cachanilla por gandalla fue el BuuRo quien me dio el papel arrugado
Muy bien, ahora sí todos parejos, yo que faltaba me puse igual que todos. De repente todo me empezó a dar vueltas, me dio una nausea muy fuerte y empecé a vomitar verde con muchos esfuerzos, el sudor frío me envolvió y mi cuerpo empezó a temblar. Me fui como pinche vibora, reptando por entre la alfombra hacia los pies de mi amigo, el Cachanilla, me abraze de sus piernas fuerte y solo solté un grito de un hilo, fuerte como un huracán y sentí como sus brazos se iban a mi espalda desnuda, me subía hacia él haciendome parar y me refugie en su pecho y luego todos se unieron tristes y temblorosos haciendose éste un solo abrazo.
El teléfono timbró de nuevo con clave lada de Monterrey pero nadie contestó, el cel cayó al piso de tanto vibrar, pero nosotros estabamos fundidos, mientras el papel arrugado con la cachucha de Nestor quedaba en la mesa con el vidrio quebrado y era como si el papel atestiguara la fortaleza de nuestra inquebrantable amistad
"500mil pesos pa que vuelvan a ver a su prietito amigo"
N

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