miércoles, 23 de enero de 2008

Así de cerca

Es que sabe, la ne estoy contrariado, no se como empezar pero supongo que desde el prinicipio y me comprometo a ser breve...

No me acuerdo como lo conocí, pero creo que en un baño (like always), me llamó mucho la atención, son de esos cabrones que te llaman por ser de aspecto cabrón, rudo. Ranchero, panzón, moreno, de ojos verdes. Yo en ese tiempo ya trabajaba aquí en el periódico. Nos hicimos pareja, hicimos el amor en un hotel del centro, eran días de diciembre, muy fríos, recuerdo que temblaba, yo no se si de frío o de pinches nervios, tenía cara de narco, bueno, no, más bien de achichincle de narco.

Nos hicimos pareja, de hecho hasta a su casa fuí y en una ocasión me quedé a dormir en su casa. Paso el (poco) tiempo y llego mi cumpleaños, el 14 de febrero, debio de ser del año 2001 y no me regalo nada ni me felicito, es más, yo fui quien lo invitó a comer al "Gordo Steak", es más, esa nota de cuenta aún la guardo, deberá aparecer ahí el año.

Todos los días 14 era el mismo pinche pedo, que estaba bien triste, de preferencia no verme y lloraba ocasionalmente. Es que su pareja de muchos años murió el día 14, me harté de esa relación, iniciaron las discusiones por "espacios de poder"...

Ese muerto no lo cargo yo
que lo cargue el que lo mato

Un día estaba bien malo, el estomago me dolía como para ir a la Cruz Roja, él me dijo que no, que le ponía de nervios eso, que ibamos a ir con un amigo suyo que resultó vivir en una casa en pleno centro de la ciudad, casa de centro histórico, muy bonita y muy descuidada. Era el vato como tarotista, el vato su amigo.

Este brujo que tenía una imágen (no se acentúa la palabra /imágen/ pero como es con lo que yo trabajo y una pasión, pues merece acentuarse) de Krishna tamaño mega. Bueno, pues me encuero, me dejó en calzones y me sobó el estomago, me dijo que tenía paralizado el estomago, algo que me ocurre con cierta recurrencia.

Mi vato, Jaime, vivía con su mamá en San Sebastianito, era divorciado con dos hijos, un niño y una niña, el niño precioso, lo que sea, la niña... muy dulce, educada para ser femenina, fina y delicada.

Al otro lado de San Sebastian esta otra "cabecera municipal" (antes eran pueblos y ahora pertenecen a Tlaquepaque con la denominación de "cabecera") llamada "López Cotilla", alla vivía su hermana con su esposo y tenía mil chiquillos, casa muy humilde, su cuñado era herrero y cuidaba dos caballos en su casa, la casa no tenía "firme"... piedra resquebrajada, pero eso sí, que bien hacía de comer la hermana.

Me gustaba mucho ir con el cuñado porque me prestaba el caballo y ya sea él o Jaime (en una o dos veces) nos ibamos con los caballos. Casualmente donde se podía andar chido en los caballos es dónde ahora vivo, en ese tiempo era solo y vil despoblado. Pasado el tiempo y por esos motivos, porque seguido andaba por allá, pues es ahí dónde ahora vivo, claro, ahora todo esta diferente, es un desarrollo habitacional lo que antes era un vil llano sin siquiera un árbol.

Terminamos, ya era mucho estar soportando un pasado que yo no pertenecía y a diario se lo recordaba con mi sola imágen, por ser solo su pareja, paso. Ya no nos volvimos a ver ni tantito, lo que sí, me fui llorando en el camión, lo quería y me gustaba a madres y más por como eramos, nos ibamos al hotel como al mediodía y saliamos hasta como a las seis, me llevaba una grabadora y comprabamos dos tortas ahogadas y cervezas, que las ultimas veces más bien me las gorreaba.

Una vez ví a su mamá en el camión (ah, porque la ruta que pusieron pasa exactamente afuera de su casa) y con discreta lágrima me dijo que su regalo de 10 de mayo fue que su hijo se murió... de asma

Hoy miércoles fui con el psiquiatra, me metió otro medicamento, tomé la vacuna de refuerzo contra la hepatitis B, fui a casa de mis papás, le dije a mi mamá que yo veía porno y eso no me hace asesino como ella lo supone y me fui a la Plaza Pop, me dí cuenta que no hay tracks para mi patineta, que por chafa debo de comprar una pro de bajita la mano mil varos, paso

Y sí, pasé y la puerta estaba abierta, la de la casa de este brujo (no lo digo como peyorativo sino como característica) y todo se reveló de un chingadazo, esto fue lo que me dijo a bocajarro:
— Sí, por supuesto que me acuerdo de tí cuando veniste con Jaime en dos ocasiones. Jaime falleció, ya sabes de que, yo fui al velorio de su ex pareja que se veló en la casa de la mamá de Jaime y en ese tiempo él ya estaba infectado. Jaime falleció poquito después de que tu veniste, es más, como te ví muy delgadito pensé que ya sabías y que juntos estaban viviendo el otoño de sus vidas juntos y ayudandose, ¿no te dijo?

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