
— Chingado vaKero, si yo pudiera ver a mi mamá de nuevo aunque tuviera que pagar con volver a atender a mi padre, lo haría mil veces cabrón, no desaproveches la oportunidad, no seas pendejo, que ganas de volver a ver a mi mamá
Y cosas por el estilo... no me gusta ir a mi casa porque tengo sentimientos encontrados contra mi madre, no se porque ahora si siempre me trata chido, excepto cuando viene la hora de la comida que es muy tensionante.
Fui con el doctor y me dio flora y antiespasmódicos, no traía lana, me regrese directo a la casa y me dice mi mamá:
— Hijo, vamos a las muestras, vamos a ver si carranseamos unos estrogenos que nunca usaré en mi vida pero que me los regalaron y me consigues mi medicina para las piernas y tu compras tus lactobacilos ¿que te parece?
Me sentí pulga maldita rastrera, además de que me completo para mi medicina, me dio mil besos y toda la onda.
Cuando llegue a la casa se quejó mi abuelita
— Ay hijo, si ibas a ir con el doctor Jorge me hubieras dicho
— Sas abue, súbete al carro, ahorita te llevo
Me fue diciendo:
— Hijo, fíjate que ideas de tu mamá, me movió un roperote gigante y me esta tapando todo el cuarto, me movió la maquina de cocer y mi buro, todo para todos lados, hay muchas maneras de sentir que corren a uno, que no lo quieren en esa casa, si no es por tí (y que se suelta llorando) yo no se que haría, ahora esta enojada que porque no me puedo tomar una coquita que porque me tapo de la orina
— Oye abue, ya quisieras que te taparas de la orina, me acabas de decir que trais caída la vejiga y orinaste anoche como diez mil veces, nomas vete las pinches ojeras
— Ah hijo, pues así la veras
— No te talles los ojos niña, te los vas a joder
— Ya pa que, ya ni veo. Mira, si no llevas prisa, llévame con tu tía (es decir, su hija) quiero saber como amaneció, estoy muy preocupada
— Vamos pues
Llegamos a la casa de mi tía, no abrió el cancel, nos recibió en la puerta, se quejó de lo mal que hace de comer mi mamá, que la vejiga de mi abuelita ya se le chingo para toda su vida pero como el doctor lo que quiere es vender, pues la emociona, y lo de sus rodillas pegadas, "ay hijo, no hay cura para los años, así se va a quedar". Mi abuelita nomas pegando unos pinches ojos de cacalota tipo, "ay hija, tu échame porras". Vi que no era bueno ese ambiente y vamos pa la chingada.
Hice dos tres cosas, comí en casa, dormite un rato y me despedí, mi abuelita me dio un beso, mi mamá me dijo:
— Uy, si así nos hubiera besado cuando estábamos chicas pero nunca hubo de eso
Metí acelerador al fondo y me fui con la idea de que mi mamá si me quiere
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