viernes, 9 de marzo de 2007

Cita con el psiquiatra (en el Seguro)

Desde ayer en la noche me empece a culiar, es más, ahorita te sigo escribiendo, déjame hablarle a mi hermana la bailarina pa echarme ánimos... ah que no esta, la me habló la contestadora así que me la aviento sin tequila y derecho como los machos chingue su madre

Pues desde que llegue me abrase fuerte a mi vato
— Que tienes
— Nada, ahorita vengo, ceno y me regreso
— Seguro que no tienes nada
— No tardo
Y ya ves que cuando decimos que no tenemos nada, es que tenemos TO-DO
Cené rico, nomas que mas de a guevo que de a ganas.
Cuando llegue ya con mi pijama y con mi taza de agua con el tratamiento (clonazepam) pos que me le pego como lapa, lloré, me puse nervioso, me abrazo, me llegó el sueño, pase una noche malisima, temblando toda la noche, de repente se apago la tele porque le deje para que se apagara media hora y brinque peor que chapulín, y ahi ya mi vato se escamo cabrón, trae unas preciosas ojeras tipo mapache salvaje de nomames.
La cita era a las dos, el doctor llegó al quince para las tres y salí a las cuatro, me regaló tres chocolates, lloré, me desesperé, lo abrasé, me salí de mis cabales, todo lo que es una cita de ese tipo.
He ido con psicologos, tienes chance de fumar, unos kleenex cercas y la chingada, pero con un psiquiatra la onda es diferente, es muy cálido y nos hablamos duro el doctor y yo, pero muy duro y me toca partes de mi que me son muy dolorosas, una de ellas les cuento, muy intima, nomas porque se que eres mi amigo...
— Es que doctor, quisiera decirle a mi madre que me hizo mucho daño, que vive en una inmundicia, en una irrealidad y que capte que mi padre no esta del todo bien de salud y exige mejor atención en su calidad de alimentos, que tengo círculos que no he podido cerrar por culpa de ella, a veces me le quiero echar encima pero no puedo (para esto ya estaba nadando en lágrimas y una tartamudez incontrolable)
— Sí claro, y no se lo dices por el sandwich que te ofrece antes de irte a trabajar los días que la visitas y que siempre le niegas porque no te gusta su sabor
— Aja
Y cosas por el estilo
Fue muy duro, pero salí, aunque con los ojos como tomate pero salí, sí pude hallar los medicamentos y sí me los pudieron dar a pesar de que me hizo falta una hoja de la cual consiguieron una copia de la pasada cita.
El carro aún no esta listo, sigue quemado, ¿que? no se, pero sigue quemado, algo del carro y también quemado mi mecánico, y luego, ni chulo que estuviera, digo

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